domingo, 7 de noviembre de 2010

Carbohidratos y función cerebral:


Los carbohidratos son uno de los tres principales macronutrientes que aportan energía al organismo, el cual, para su buen funcionamiento, necesita por lo menos del 56% da las calorías que ingerimos diariamente con los alimentos.

Los azúcares simples o monosacáridos (glucosa, fructosa y galactosa) son absorbidos rápidamente por el intestino delgado, pasando directamente a la sangre para ser utilizados. Los disacáridos (sacarosa, maltosa y lactosa) y los polisacáridos (almidón, amilosa, amilopeptina) en cambio, necesitan ser descompuestos y transformados en azúcares simples (monosacáridos) por las enzimas digestivas para pasar posteriormente a la sangre; son los llamados carbohdratos de “liberación lenta”

El cuerpo humano en general y el cerebro en particular utiliza los carbohidratos en forma de glucosa. El cerebro, en vista que no puede utilizar las grasas como fuente de energía ya que los ácidos grasos no pueden cruzar la barrera hematoencefálica (entre los vasos sanguíneos y el sistema nervioso central) utiliza glucosa, la cual es transportada de forma activa por las células de la barrera. Es por ello que el cerebro necesita que se mantenga de manera permanente un nivel óptimo de glucosa en la sangre para su adecuado funcionamiento.

Los alimentos ricos en carbohidratos de “liberación lenta” son el mejor combustible para el cerebro y el sistema nervioso, ya que liberan su energía de manera paulatina y constante. Varias hormonas, entre ellas la insulina, se encargan de regular el flujo de glucosa que entra y sale de la sangre, manteniendo su nivel estable; el consumo de cantidades elevadas de monosacáridos desestabiliza este mecanismo, favoreciendo el deterioro de la memoria.


Dra. Iraima Acuña. Especialista en Nutrición.


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