martes, 11 de mayo de 2010

Efectos inmunomoduladores de los ácidos grasos omega 3

 El ácido araquidónico (AA) es el ácido graso que mayoritariamente se incorpora a los fosfolípidos de las membranas celulares, por lo tanto es el precursor más importante tanto cualitativa como cuantitativamente de eucosanoides proinflamatorios.

El ácido alfa linolénico (omega 3) se incorpora a los fosfolípidos de las membranas celulares, interfiriendo con la conversión del ácido linoleico al ácido araquidónico y por tanto la conversión de ácido araquidónico a eicosanoides proinflamatorios, bloquea además la formación de citoquinas proinflamatorias (proteínas liberadas por las células inmunes como respuesta a lesiones, infecciones o exposición a substancias extrañas) procedentes de los omega 6 y disminuye la acumulación de linfocitos en los lugares de inflamación, bien por inhibición de su proliferación o por incremento de la apoptosis (muerte celular programada). La suplementación con omega 3 afecta además la expresión de antígenos en la superficie de los linfocitos, siendo el ácido eicosapentanoico (AEP) responsable del efecto reductor que tienen los ácidos grasos omega 3 sobre los triglicéridos. 

Las dietas ricas en ácidos grasos omega 3 producen eucosanoides más beneficiosos, menos inflamación y reducen el riesgo de enfermedades crónicas comparado con las dietas ricas en ácidos omega 6. Estos beneficios han llevado a considerar a los ácidos grasos omega 3 como inmunonutrientes El efecto de los ácidos grasos omega 3 puede variar dependiendo de las dosis utilizadas, de la duración de la suplementación y del tipo de ácido graso que se utilice.

Dra. Iraima Acuña, Especialista en Nutrición.

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