domingo, 2 de mayo de 2010

Las Grasas en Nuestro Cuerpo

No todas las grasas son iguales ni se comportan de la misma manera en nuestro organismo. Durante la digestión, las grasas se descomponen en sus partículas elementales (ácidos grasos) para poder atravesar la membrana intestinal y ser absorbidas eficazmente. Después de su absorción se vuelven a componer, pero no con la misma estructura que tenían anteriormente.

Los ácidos grasos más pequeños (de menos de 12 átomos de carbono) pasan directamente a la sangre y son transportados al hígado donde se utilizan para producir energía. Los ácidos grasos más grandes (12 átomos o más) se unen con otras moléculas de proteínas, fosfolípidos y colesterol formando grandes moléculas de transporte que son las lipoproteínas, las cuales son de diferentes tipos en función de su tamaño y de su composición: Quilomicrones, VLDL, LDL y HDL.

El comportamiento de cada una de estas partículas es bien diferente en cuanto a su capacidad de producir placas y lesiones en las arterias. Todas ellas contienen colesterol, por lo que cuando se habla de colesterol LDL (malo) o HDL (bueno), en realidad se está haciendo referencia al tipo de lipoproteína que lo transporta.

LDL (lipoproteínas de baja densidad): Son las principales portadoras de colesterol en la sangre. Una de sus funciones es la de asegurar el paso de colesterol a los tejidos, para formar parte de las membranas celulares y producir hormonas, sin embargo, cuando las LDL se oxidan por la acción del oxigeno de la sangre o los radicales libres se vuelven muy peligrosas, ya que pueden dañar al tejido interno de las arterias y producir lesiones que den lugar a placas de ateroma.

Si no existen suficientes antioxidantes (vit. E, selenio, bioflavonoides, etc.) en la composición de las LDL, o la concentración de elementos oxidativos en la sangre es alta (tabaco, toxinas, etc.), el porcentaje de partículas LDL oxidadas será alto y el daño al endotelio puede llegar a ser importante. Por este motivo se ha denominado a esta fracción de lipoproteínas "colesterol malo".

HDL (lipoproteínas de alta densidad): Su función es diferente a la del resto de las lipoproteínas: eliminan el colesterol sobrante de las membranas celulares y lo transportan hasta el hígado donde es reutilizado; este proceso es de vital importancia para evitar acumulaciones de colesterol en los tejidos. El colesterol, uno de los componentes principales de las placas de ateroma que se forman en el interior de las arterias si es retirado a tiempo, las probabilidades de que se formen placas se reducen drásticamente. Por este motivo a este tipo de partículas se las llama "colesterol bueno".


Dra. Iraima Acuña, Especialista en Nutrición.

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