martes, 11 de mayo de 2010

Nutrición y Sistema Inmunológico

El sistema inmune nos protege de agentes infecciosos ambientales (bacterias, virus, hongos y parásitos) y permite además que desarrollemos tolerancia contra nuestros propios antígenos y contra agentes ambientales que no representan ninguna amenaza (por ejemplo, las proteínas de la comida o las bacterias que se encuentran de forma natural en nuestra flora intestinal).

Divisiones funcionales del sistema inmune:
  • Innato (natural): es la primera línea de defensa contra los agentes infecciosos, su función es la de evitar la entrada de agentes infecciosos en el cuerpo o la de eliminarnos en el caso de que consigan entrar. Constituido por barreras físicas (como la piel), células fagocíticas, monocitos y macrófagos. Este tipo de inmunidad no esta influenciada por la exposición previa a un determinado agente infeccioso y carece de memoria.
  • Adquirido (específico o adaptativo): es un sistema mucho más específico que incluye a los linfocitos, cada uno de los cuales tiene en su superficie receptores para un solo antígeno, entendiéndose como antígeno a toda sustancia que pueden ser reconocidas por el sistema inmune adaptativo, sean propias o ajenas.. Después de su activación, se necesitan varios días para que se vuelva efectivo, persistiendo posteriormente los linfocitos activados aunque se haya eliminado el antígeno que inició la respuesta, lo cual permite la creación de “memoria inmunológica”, responsable de que nuestra respuesta inmune sea más fuerte y efectiva cada vez que tenemos una reexposición al antígeno.

Dra. Iraima Acuña, Especialista en Nutrición.

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