domingo, 16 de mayo de 2010

Enfermedades autoinmunes y alimentación

La respuesta inflamatoria es fundamentalmente una respuesta de carácter protector, que cuando se perpetúa constituye el mecanismo de un gran número de enfermedades como la ateroesclerosis, algunas infecciones persistentes, enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoidea, el lupus eritematoso y la fibrosis pulmonar, así como la cirrosis hepática y la enfermedad inflamatoria intestinal.

Las células del sistema inmune activadas (neutrófilos, eosinófilos, basófilos, monocitos y linfocitos) son susceptibles de modificar el perfil de ácidos grasos de sus membranas  según el aporte de lípidos de la dieta. El perfil lipídico de las membranas de las células inmunitarias va a condicionar la producción de mediadores químicos, determinando así la intensidad de la respuesta.


Queda por ver todavía si este efecto beneficioso que tienen los ácidos grasos esenciales sobre el funcionamiento global del sistema inmune se extiende también a aquellas situaciones en las que el sistema inmune se activa de forma patológica (enfermedades autoinmunes). Para lo cual se hacen necesarios estudios clínicos y epidemiológicos en seres humanos.


Dra. Iraima Acuña, Especialista en Nutrición.

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