sábado, 29 de mayo de 2010

Sodio en la dieta e Hipertensión Arterial

La sal, o cloruro de sodio, se utiliza para conservar la comida y darle sabor. También está presente en los alimentos de forma natural. 1 gramo de sodio equivale aproximadamente a 2,5 g de sal. El sodio y el cloro contribuyen a regular la presión arterial, controlar el equilibrio de fluidos en el organismo y mantener las condiciones apropiadas para el funcionamiento de los músculos y nervios. El sodio facilita la absorción de ciertos nutrientes, como la glucosa y los aminoácidos.

El organismo de una persona adulta suele contener unos 90 g de sodio; de esta cantidad, la mitad se encuentra en la sangre y otros fluidos corporales, más de un tercio está en los huesos y el resto se halla en el interior de las células. El sodio es aportado en la dieta por tres fuentes: la sal añadida al cocinar o aliñar, el sodio contenido en los alimentos y el agua que consumimos. Estudios recientes han mostrado como aumentos y descensos en la ingesta de sodio producen cambios en los niveles de sodio en plasma, lo que a su vez produce cambios en el volumen extracelular y éste en la presión arterial; cambios del sodio plasmático producen en forma directa cambios en la presión arterial

El consumo medio de sodio varía entre los 2 y los 6 g al día, aunque un adulto puede vivir de forma saludable con menos de 0,5 g al día. Las necesidades aumentan cuando se producen grandes pérdidas como, por ejemplo, durante la menstruación, la lactancia o si se suda mucho. La reducción del consumo de sal es una de las prioridades en el manejo de la hipertensión debido a su potencial de disminuir las cifras tensionales y por tanto el riesgo de eventos cardiovasculares en la población. La disminución del sodio en la dieta puede conseguir disminuciones de los niveles de tensión sistólica de 2,5 mmHg y de tensión diastólica de 3,9 mmHg, asociándose a reducciones en la eliminación de sodio de 100 mmol/día a 50 mmol/día, con resultados variables dependiendo del tipo de diseño del estudio y del grado de restricción dietética alcanzado. La capacidad de los riñones de excretar o conservar el sodio es un factor clave para regular la presión arterial.

Un consumo diario de sodio de 6 gr (100 mmol), conseguirá una reducción en la TA sistólica de 2,2 mmHg y de 1 mmHg en la presión arterial diastólica, lo cual supone una reducción de la mortalidad coronaria en un 4% y de la mortalidad por ictus del 6%.

Aplicación práctica a los pacientes 
El sodio es aportado en la dieta por tres fuentes: la sal añadida al cocinar o aliñar, el sodio contenido en los alimentos y el agua que consumimos. La principal fuente de sodio de la dieta es la sal de mesa pero el sodio se encuentra también en infinidad de alimentos como conservante: enlatados, embutidos y precocinados, por lo que es importante leer el etiquetado de estos alimentos, ya que lo pueden contener en forma de: bicarbonato, fosfato disódico, glutamato monosódico, alginato de sodio, hidróxido de sodio, propionato de sodio, sulfito de sodio, etc.

Se habla de alimentos industrializados sin sal / sin sodio cuando contiene menos de 5 mg por ración; muy bajo en sodio: 35 mg o menos de sodio por ración; bajo en sodio: 140 mg o menos de sodio por ración; reducido en sodio: 25% menos de sodio que la versión del alimento con sal; “light” en sodio: 50% menos que la versión del alimento con sal y sin sal añadida: no se ha añadido sal durante el procesamiento del alimento.


Respecto al contenido de sodio de los propios alimentos, los más ricos son los de origen animal (carne, huevos y lácteos), y los alimentos precocinados. Las bebidas gaseosas contienen sodio como conservante, las clasificadas como “dietéticas” contienen sacarina sódica y/o ciclamato sódico, por ello debe limitarse su consumo. El agua que bebemos también puede contener cantidades importantes de sodio: el 10% del sodio ingerido proviene del agua consumida. Existen aguas hiposódicas con un contenido en sodio de menos de 20 mg/l; los pacientes con dieta hiposódica estricta deben consumir agua con una cantidad de sodio inferior a 50 mg/l.

Dra. Iraima Acuña, Especialista en Nutrición.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Donde dice "Un consumo diario de sodio de 6 gr (100 mmol), conseguirá una reducción en la TA sistólica de..." debe decir, un consumo diario de sodio MENOR de 6 gr.....

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